domingo, 31 de octubre de 2010

UNA INGENIOSA SOLUCIÓN

Tres jóvenes de África central deseaban asistir a la asamblea de distrito que les correspondía, pero esta se iba a celebrar a unos 90 kilómetros (60 millas) de su casa. ¿Cómo llegarían? Era un viaje a travéz de carreteras accidentadas y polvorientas, y no contaban con ningún medio de transporte. Así que decidieron  pedir prestadas tres bicicletas, pero no encontraban niguna adecuada para el viaje.

Un anciano de la congregación local se enteró de la situación y les ofreció su propia bicibleta, que estaba vieja, pero en buen estado. Les explicó lo que él y otros hermanos habían hecho en el pasado para llegar a una asamblea de distrito. Recomendó que los tres compartieran la misma bicicleta. Aunque aquello parecía sencillo, exigiría que se organizaran bien. ¿Cómo lo lograrían?

Para evitar el sol abrazador, los hermanos cargaron laas maletas en la bicicleta y emprendieron el viaje temprano por la mañana. Mientras uno iba en la bicicleta, los otros dos lo seguían a paso rápido. Después de avanzar como medio kilómetro (un trecio de milla), el que iba en la bicicleta se detenía y la dejaba apoyada a un árbol. Por supuesto, se aseguraba de que permaneciera a la vista de los otros dos hermanos para evitar que un extraño se la llevara "prestada". Entonces, el primer ciclista continuaba el viaje a pie.

Cuando los dos hermanos llegaban adonde estaba la bicicleta, uno se montaba en ella mientras que el otro seguía caminando medio kilómetro más, y luego le tocaba el turno a este último. Gracias a la buena planificación y la determinación de estos tres hermanos, la caminata se redujo de 90 kilómetros a 60 (60 millas a 40). Y valió la pena, pues lograrón reunirse con sus hermanos cristianos en la asamblea de distrito y gozar del banquete espiritual (Deu. 31:12).

¿HARÁ USTED TODO LO POSIBLE POR ASISTIR ESTE AÑO A LA ASAMBLEA DE DISTRITO QUE LE CORRESPONDE?


La Atalaya de estudio de congregación 15 de junio del 2008.
















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